
WeDeco… elige una pieza: la silla de mi infancia
Hoy regresamos con una nueva entrega de WeDeco, la primera del año, con las pilas totalmente cargadas, el nivel de inspiración al 100% y con mas ganas que nunca de traeros cosas nuevas y diferentes a las que os pueden ofrecer otros grupos de bloggers.
El tema escogido para esta ocasión es muy especial y personal para cada una de nosotras, ya que se trata de mostrar una pieza, objeto o mueble que sea importante, independientemente de su coste o del material con el que esté fabricado. Algo que posea un gran valor sentimental, a lo que tengamos un cariño especial, o que por el contrario sea una pieza que nos haya costado mucho adquirir o un diseño con el que siempre hayamos soñado.
Yo he escogido una pieza con un gran valor sentimental, la silla que utilicé durante los primeros años de mi vida. Se trata de una pequeña silla de madera y enea en la que me sentaba para comer, jugar, coser o simplemente soñar. Como ya he comenté en la entrada dedicada a mis abuelos, los primeros siete años me crié en la casa de mis abuelos maternos, y por tradición heredé la silla que anteriormente había pertenecido a mi madre y mis tíos. Ha cambiado de color varias veces y la enea ha tenido que ser restaurada en alguna ocasión, pero en esencia continúa siendo la misma.
En mi casa actual tengo muchos muebles u objetos especiales, incluso alguno diseñado por mí, pero ninguno de ellos lleva acompañándome tanto tiempo como esta silla. Continua en el lugar que la dejé, la casa de mis abuelos, espero que por mucho tiempo, y mi deseo sería que algún día mis hijos pudieran disfrutar de ella tanto como lo hice yo.
Recuerdo como si fuese ayer los días de primavera en las que mi madre me daba de comer en el patio bajo la sombra de la parra y jugaba a imitarla cruzando mis pequeñas piernas rollizas, o las tardes en las que me sentaba con mi abuela en las cristaleras (especie de mirador) a aprender a coser con mi pequeño acerico (cojín especial para la costura). Son tantos y tan buenos recuerdos los que he pasado con esta silla que no podría haber elegido una pieza que no fuera esta.
Esta entrada se la dedico a mi abuela, que sigue custodiando la silla, y que sé que va leer este pequeño homenaje. Gracias por ser la mejor abuela del mundo.
¿Qué os ha parecido mi elección? ¿conserváis algún mueble u objeto de vuestra infancia?
Os animo a que os paséis por los blogs de mis compañeras de WeDeco y disfrutéis de sus piezas.
Maria Sancha
Posted at 08:15h, 15 eneroQué silla más preciosa!!! me encanta!!! 🙂 jijii!!!!
de siempre envidiaba a la gente que tenía una silla pequeñita como en el cuento de Ricitos de Oro.
un beso fuerte y feliz día wedeco
Amaya- Homepersonalshopper
Posted at 08:28h, 15 eneroay! yo tenía una de esas sillas de pequeña, también en la casa de veraneo de mis abuelos…pero a saber donde esta ahora 🙁
la foto de las sábanas blancas me ha parecido preciosa Chejo!
vivan las abuelas!!!
My leitmotiv
Posted at 08:30h, 15 eneroNo puede ser!! Yo también tenía una, que pena que ya no se donde está. Cuántos recuerdos.
Besos.
May Garbatella
Posted at 08:35h, 15 eneroQue historia más bonita Chejo, y la silla…..que de recuerdos te tiene que traer!!! Un besazo para ti y otra gigante para la tu abuelita!!
SuperChejoAzul
Posted at 08:38h, 15 eneroMuy bonita la entrada Mari, ahhhhh y que sepas que me has hecho llorar =)
PetiteCandela
Posted at 08:54h, 15 eneroGenial la historia y maravillosa la imagen de la sillita entre las sábanas. Hermosa de verdad!
Un 10 de post! Vamos a visitar el resto de miembros! Bs!
PetiteCandela
Énola
Posted at 09:09h, 15 eneroAy Chejo que dulce! Tu abuela se va a poner super contenta cuando lo lea…
Me encantan las fotos!
Lua Nord
Posted at 09:26h, 15 eneroQue post tan especial… Un beso enorme, me esta encantando el tema de este mes!
Rocio Esquilas Rivas
Posted at 10:00h, 15 eneroPor favor chejo, te como en la foto jajaja qué cosa más mona. Qué recuerdo tan bonito, la verdad que si que es especial para tí y no puedes dejar que esa pieza desaparezca. Al final acabará en tu casa y si tienes hijos les contarás la historia y se pelearán por utilizarla ellos también 🙂
| Harmony and design |
Posted at 10:28h, 15 eneroQué post más lindo, me parece muy linda la historia de tu pieza y la silla es una preciosidad.
Besos
carmen rivas
Posted at 11:08h, 15 eneroQue silla tan mona y cuantos recuerdos!!!, seguramente pasará para ti y en ella comerán tus hijos, Enhorabuena por el homenaje que haces a tu abuela. Que grandes son las abuelas.
Anónimo
Posted at 11:28h, 15 eneroQué post más bonito…y qué bonita silla!!!
Isabel
Estilo Escandinavo
Posted at 12:21h, 15 eneroCasi lloro Chejo, que bonito tu post, me ha emocionado! Una preciosa historia que espero puedan contar tus hijos algún día. La foto con la ropa tendida es preciosa… Besos!
Deliving por Maria Dulce
Posted at 13:02h, 15 enerowooowww!!!!! Que bonita historia, me ecanta que algo tan sencillo como una silla, sin lujos ni nada, sea este gran recuerdo. De pequeña nada, que está llena de cariño y ternura.
Precioso post Chejo.
guárdala para tus peques y cuéntales la historia!!!!!!!
preciosas fotos, tengo que conocer tu pueblo un día
un beso grande!!
MicasaesFeng
Posted at 13:12h, 15 eneroAyyyyy… pero si yo tengo una sillita pequeña de madera. Me la regalaron cuando cumplí los 3 años y ahora la disfruta mi hija pequeña…
Qué bonito tu post… me ha gustado muchísimo…
Un besote
Mi casa no es de muñecas
Posted at 16:18h, 15 eneroMe encanta esa silla! Su tamaño, su forma, su textura… Me tiene enamorada desde que la vi en el post que hace tiempo dedicaste a tus abuelos… y no se por qué… cuando decidimos el tema de esta edición WeDeco pensé lo que ha pasado: que dedicarías el post a esa silla. ¡Te doy mi enhorabuena guapa y seguro que la seguís disfrutando tanto en tu familia como lo hiciste tú de pequeña! Por cierto…la foto del patio techado con la silla y las cortinas colgadas…. DE DIEZ!! QUÉ BONITA por favor!! Felicidades guapa.
Noelia Ramos
Posted at 16:24h, 15 eneroQué emoción me ha entrado al leerte!! Precioso post!! y preciosas fotos! así como la sillita!
Besos
WomanToSantiago
Amina
Posted at 16:50h, 15 eneroQué bonito deber ser conservar esa silla, la infancia con ella de alguna manera nunca deja de existir.
besos
Sara Luengo
Posted at 20:39h, 15 eneroQue mona ! Ya verás que ilusión cuando tus niños se sienten en ella. Precioso post.
Besitos
Anónimo
Posted at 00:54h, 16 eneroVer esas imágenes me llevan a mi más tierna infancia. Me vienen a la cabeza un montón de recuerdos de un niño, un poco mayor que sus sobrinas, jugando y cuidando de ellas en nuestra casa de Lugo. Nosotros también teníamos una silla como esa, que previamente antes que ellas la utilice yo. Fuí un niño que nunca entendió de relaciones de parentesco sino de cariño y amor, y siempre las considieré, mas que sobrinas, hermanas. A día de hoy sigo pensando lo mismo. Besos.
SuperChejoAzul
Posted at 18:36h, 16 eneroPorque dices que eres de Lugo, si no diría que eres mi tío. Cuando yo nací mi tio tenía 10 años y siempre jugaba conmigo, tal como lo describes 😉
Vero Palazzo
Posted at 03:02h, 16 eneropreciosa la sillita y mas linda la historia que hay detras de ella, y la que seguro tiene por delante. Un beso!
el país de sarah
Posted at 04:39h, 16 eneroQue ilusión, me ha encantado leerte!!!
http://elpaisdesarah.blogspot.com.es
Ana Salas
Posted at 12:42h, 04 julioDesde luego que sí que conservamos algún recuerdo de nuestra infancia. Y tú con este post tan emotivo has hecho que lo revivamos.
Pero en concreto esa silla no. Mis hermanas y yo teníamos dos. Una era de madera pero tenía el asiento entretejido con bandas de plástico de colores.
Y otra era de enea el asiento y ¡¡La llevaba yo misma la escuela!!
Si, cierto. Hace mucho de aquello. Casi 50 años y en el Parvulario (que así se llamaba a la fase educativa de Primaria) escaseaban entonces los materiales y el mobiliario.
Tu preciosa sillita me ha hecho revivirlo “viendo” imágenes que ya casi tenía olvidadas.
Muchas gracias y enhorabuena por el post