Casa Serena, un remanso de paz en Formentera

Seguimos soñando con las vacaciones y nos resistimos a pensar en otra cosa que no sean playas de aguas turquesas o montañas con bosques frondosos. Formentera siempre ha sido uno de mis destinos pendientes, pero por uno u otro motivo lo he ido retrasando. Creo que este destino posee todos los requisitos que busco para una escapada a la playa. Es por eso que de vez en cuando me gusta buscar alojamientos en la isla que me hagan soñar y me trasladen por unos instantes allí, y Casa Serena lo consigue con creces.

Se trata de una finca situada en mitad de un pinar en el centro de la isla que que cuenta con cinco espacios diferentes donde alojarse y encontrar la paz. Cinco habitaciones, algunas de ellas con zona exterior, con una decoración y estilos diferentes, pero totalmente integradas con el entorno. Bautizadas con el nombre de una planta típica de las costa mediterránea (palmera, hierbabuena, bugambilla, malva y girasol), su diseño interior invita al descanso y la desconexión. Con el blanco como base, el color lo ponen los objetos decorativos, los textiles y en algunos casos los marcos de puertas y ventanas.

Las zonas exteriores se llevan el protagonismo en Casa Serena, aquí sus propietarios han dejado volar la imaginación y han apostado por espacios tremendamente acogedores, cómodos y sobre todo apacibles. Desde estos porches los clientes puede disfrutar de la naturaleza y descansar entre sus mullidos cojines. Sin duda un destino con el que soñar.