El escandinavo alemán

Entramos en una casa familiar situada en la ciudad alemana de Bremen cuya construcción de ladrillo rojo data de principios del siglo XX. Su propietaria, se confiesa amante del estilo escandinavo y eso se nota en cada rincón de la vivienda, donde iconos del diseño nórdico conviven con mobiliario y objetos recuperados o comprados en mercadillos.

Los colores dominantes son el blanco y la madera, requisitos básicos del estilo nórdico y que no hacen sino destacar una selección de muebles y objetos escogidos con mucho cuidado por sus propietarios. Una bici azul nos da la bienvenida a la planta principal donde se encuentran la cocina y el salón. Un sofá gris domina el espacio de la sala de estar junto con un diseño clásico como es la silla Acapulco. Los toques de color los aportan los textiles y otros complementos como jarrones con flores frescas o coloridas ilustraciones. En el otro extremo encontramos varios muebles y objetos de los años 50 comprados en mercadillos.

La cocina, un gran espacio abierto con muebles blancos, se diseñó pensando en recibir a muchos invitados y amigos. De nuevo son los complementos, en este caso en tonos azules, los que aportan el toque de color.

Mientras que para el dormitorio principal se ha escogido una decoración en colores suaves y mobiliario sencillo, el de los niños es una explosión de vida y color donde los juguetes campan a sus anchas. El baño en cambio luce de un blanco impoluto.

Fuente: Solebich